¿Cepillo de dientes de bambú?
La sociedad cada vez está más concienciada con el cuidado del medioambiente y también en nuestro sector es una preocupación la gestión de los residuos o la eficiencia en la utilización de recursos. En nuestra clínica dental en Oviedo, en gran medida obtenemos esa eficiencia con la implantación de la odontología full digital.
Pero además de las exigencias a la industria, a nivel individual son muchas las personas que están cambiando aspectos de su vida cotidiana para cuidar más del planeta. Uno de los habituales es el cepillo de dientes, un objeto que se recomienda cambiar aproximadamente cada 3 meses. Recientemente National Geographic recogía en un pequeño vídeo la historia de cómo pasaron los cepillos de dientes a formar también parte de la crisis del plástico. Y si os preocupa esa cuestión los consejos del siguiente artículo os interesarán.
Puede parecer que la repuesta adecuada para evitar la utilización desmesurada del plástico es pasarnos a los cepillos fabricados en materiales orgánicos o biodegradable, como bambú, madera… pero para el cuidado de nuestra salud bucodental no debemos de olvidarnos de la parte fundamental de un cepillo: los filmanetos y valorar qué opción será más adecuada.
Habitualmente los filamentos están creados de nylon, o derivados, un material no biodegradable pero muy eficaz para este fin. En el caso de cerdas naturales no es tan fácil calibrar su dureza (Suave, media, dura….), por lo que no es sencillo ajustar el cepillo a las necesidades de cada boca y pudiendo provocar problemas de abrasión en el esmalte.
En algunas marcas, aunque con mango de plástico, existe la posibilidad de realizar solo el cambio al cabezal del cepillo, evitando así un porcentaje considerable de residuo.
Si finalmente optamos por un cepillo con el mango de madera o de bambú, habrá que cuidar especialmente que no queden en un bote con el fondo de agua y que se ventilen bien entre usos para evitar la proliferación de bacterias.
Y siempre que se cambie de cepillo habrá que tener en cuenta donde desechamos el cepillo: Si es de plástico, como recuerda ecoembes, no debemos depositarlo en el contenedor amarillo, debemos hacerlo en un punto limpio o punto de recogida especial, y si no es posible se deberá desechar en los contenedores de restos (el contenedor al que se desecha lo que no puede ir al compost o a los contenedores de reciclaje)
En el caso de que hayamos optado por el cepillo de dientes de bambú, si las cerdas son de naylon, tendremos que separarlas antes de desechar.
También otra opción es darles una segunda vida reutilizando los viejos cepillos para limpiar distintas superficies o para remover pintura, hacer manualidades…
¿Con qué opción te quedas? ¿Tienes dudas con el cepillo? ¡Pregúntanos sin miedo!