DIENTES DE PISCINA: ¿QUÉ SON?
Dientes de piscina: ¿Qué son? Bousoño Vargas, Dentista en Oviedo.
En la época veraniega, los peques acuden frecuentemente a piscinas y es común fijarse en que muchos de los niños tienen los dientes amarillos o amarronados. Los padres piensan que tienen algún problema con el esmalte o con caries, pero en este post os explicaremos qué es lo que está pasando de verdad.
¿Qué son los dientes de piscina?
Estas manchas en el esmalte se ha encontrado tanto en nadadores profesionales como en los niños que acuden recurrentemente a la piscina.
El cloro usado para desinfectar el agua, pigmenta de amarillo los dientes, independientemente de si se tiene una buena higiene dental o no. Es decir, no es consecuencia de un mal cepillado, si no del contacto del diente con el propio cloro.
Estas manchas pueden eliminarse fácilmente mediante limpiezas o profilaxis dentales en clínica. Sin embargo, es importante acudir lo antes posible a clínica para poder descartar que se trate de otro tipo de problema dental más grave.
Si se exponen los dientes al cloro durante un espacio de tiempo muy prolongado, puede causar erosión en el esmalte debido al cambio de pH sobre la saliva. Para evitar esto, siendo niños o ya adultos, la recomendación es usar una pasta fluorada (de 1.000 ppm en niños menores de 6 años, desde la salida del primer diente y de 1.450 ppm en niños mayores de 6 años) y realizar cepillados constantes después de cada comida y tras la exposición al cloro.
¿Por qué el cloro deja los dientes amarillos?
El motivo por el cual los dientes se vuelven amarillos es debido al fenómeno conocido como “sarro del nadador”.
El cloro se usa en piscinas para evitar posibles hongos e infecciones en los bañistas. Para esto, su composición química posee un pH elevado. Este, al entrar en contacto con la boca, produce una reacción con la saliva, haciendo que la saliva se descomponga, dando lugar a depósitos orgánicos en los dientes, y por consiguiente, manchas en los dientes.
Recomendaciones para evitar los dientes amarillos
Hace falta que el niño esté mucho tiempo en el agua para que se puedan apreciar los dientes amarillos a causa del cloro. De todas formas, es recomendable que el niño no abra la boca debajo del agua. Esto es prácticamente imposible, por lo que especificaremos más: hay que evitar que el niño se meta agua en la boca voluntariamente.
A los niños les encanta hacer fuentes de agua con la boca. Sin embargo, esto causa que el agua tratada químicamente de la piscina entre en contacto con el interior de la boca del niño.
Evitando esta acción, haremos que los dientes amarillos a causa del cloro sean mucho menos comunes.
Otras causas de los dientes amarillos
Otros motivos por los cuales un niño puede tener dientes amarillos son los siguientes:
Salida de los dientes definitivos
Los dientes de leche tienden a ser mucho más blancos que los dientes definitivos de manera natural. Si estamos acostumbrados a los primeros dientes, es completamente normal que el niño presente unos dientes más amarillentos de los que lució hasta ahora.
Higiene bucal deficiente
Puede parecer obvio, pero a veces se olvida. Algunos niños tienden a lavarse mal los dientes, o simplemente no hacerlo. Hay que estar atento a la higiene bucal de nuestro hijo, ya que el amarilleo de sus dientes puede deberse al motivo más obvio de todos.
Esmalte débil
Si las piezas dentales de tu pequeño no tienen un esmalte lo suficientemente fuerte, puede hacer que el diente se vea más sucio, y por lo tanto, amarillo de lo normal.
En Clínica Bousoño Vargas, somos especialistas en odontopediatría en Oviedo. Si te preocupa la salud dental de tu pequeño, consúltanos.
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