Los mejores consejos para la sensibilidad dental
¿Has estado disfrutando de una de tus comidas favoritas y de repente notas un dolor muy intenso en uno o varios dientes? La sensibilidad dental es un problema común, afectando a aproximadamente una de cada ocho personas. Este malestar puede ser causado por diversas razones, entre las más frecuentes se encuentran la erosión del esmalte dental o el retroceso de las encías, lo que expone la capa de dentina del diente. Cuando esto ocurre, casi todo lo que toca el diente afectado provoca un dolor insoportable.
En Bousoño Vargas tu dentista en Oviedo, hemos observado un aumento en los casos de sensibilidad dental. Muchos de nuestros pacientes no están seguros de cómo abordar este problema y buscan orientación profesional. Es crucial entender las causas subyacentes para poder aplicar las mejores soluciones y evitar futuras molestias. Aquí te proporcionamos algunos consejos útiles que te ayudarán a manejar y reducir la sensibilidad dental, permitiéndote disfrutar de tus comidas sin dolor.
Consejos para la sensibilidad dental
La sensibilidad dental es una señal de que algo va mal. Puede deberse a varias razones, como la acumulación de bacterias en un diente agrietado o la enfermedad periodontal. Cuestiones como la erosión del esmalte son causadas por diferentes factores, entre ellos están:
- Alimentos y bebidas ácidas.
- Rechinar de dientes o bruxismo.
- Dientes agrietados.
Cuando estás experimentando la sensibilidad en los dientes, es necesario ponerse en contacto con un profesional de inmediato. Los especialistas de Bousoño Vargas diagnosticarán el problema y le pondrán solución de inmediato, aliviando el dolor que te impide disfrutar de tu día a día. Si bien es cierto que la mejor opción es obtener la ayuda de un dentista, hay algunas cosas que puedes hacer por tu cuenta antes de visitar la clínica.
1. Deja de cepillarte en exceso y/o consigue un nuevo cepillo
¿Sabías que una de las cosas que está causando sensibilidad dental podría ser en realidad la única cosa en la que confías para mantener tus dientes limpios y tu sonrisa brillante? Es cierto que deberías cepillarte al menos dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, pero puede que te estés cepillando demasiado fuerte o que tu cepillo de dientes tenga las cerdas muy duras.
Lo principal es preguntar en nuestra clínica dónde encontrar un cepillo de dientes adecuado. Están diseñados para mantener los dientes del usuario limpios con cerdas suaves que no dañan los dientes. Una vez tengas tu nuevo cepillo, cepilla cuidadosamente tus dientes sin aplicar demasiada presión. Un cepillado excesivo puede provocar caries y cortar las encías, dejando al descubierto la raíz de los dientes.
2. Aplicar pasta de dientes con flúor en la zona afectada
Antes de dirigirte al supermercado para conseguir la pasta de dientes con mejor sabor, debes considerar si es adecuada o no para tus dientes sensibles. Aunque muchos tipos de pasta de dentífrico pueden ofrecer sabores más deseables, a menudo incluyen diferentes ingredientes que irritan el diente expuesto. Las pastas de dientes sensibles certificadas por dentistas ayudarán a fortificar el esmalte y a proteger la dentina. Con menos ingredientes que dañen los nervios, un dentífrico para dientes sensibles con flúor seguirá protegiendo el diente y aliviando las molestias.
3. Haz un enjuague bucal con agua salada
¿Sientes un dolor insoportable en tus dientes y necesitas una solución rápida antes de ir al dentista para recibir tratamiento? Entonces prueba este sencillo truco casero que reduce la sensibilidad dental rápidamente. Un simple enjuague bucal de agua y sal puede ser la respuesta que necesitas. El agua salada equilibra los niveles de pH dentro de la boca, creando un entorno que reduce el crecimiento bacteriano. Además, la acumulación de placa se detiene en seco. Asegúrate de utilizar esta solución una vez por la mañana y otra por la noche hasta que mejore la sensibilidad. Esto es lo que hay que hacer:
- Calienta un vaso de agua.
- Añade una cucharadita de sal al agua y mézclala.
- Haz gárgaras con cuidado durante 30 segundos, asegurándote de no tragar nada de agua.
4. El ajo no sólo es bueno en la comida
Aunque tengas un poco de ajo para tu próximo plato, te recomendamos encarecidamente que lo uses cuando tengas un diente sensible. El ajo contiene compuestos beneficiosos que mantienen una buena salud oral. Uno de estos compuestos tan valiosos es la alicina. Se trata de un compuesto analgésico y antibacteriano que reduce las bacterias. Corta el ajo en trozos pequeños y aplícalo directamente sobre el diente afectado. Para hacerlo un poco más llevadero, crea una pasta combinando agua con unas gotas de agua y media cucharita de sal. Una vez que la pasta esté lista, aplícala directamente sobre la zona. Hay que dejarla actuar durante unos diez minutos y repetirla dos veces al día. Puede que te deje un aliento apestoso, pero tu diente se sentirá mucho mejor.
Si alguno de los tratamientos mencionados anteriormente no funciona, nuestros especialistas de Bousoño Vargas se pondrán manos a la obra para solucionar tu problema.
Ponte en contacto con Bousoño Vargas, tu dentista en Oviedo y solicita más información acerca del cuidado de los dientes sensibles. ¡Estamos aquí para ayudarte!