6 MANERAS DE CALMAR A LOS NIÑOS ANTES DE IR AL DENTISTA
6 maneras de calmar a los niños antes de ir al dentista. Dentista en Oviedo.
Si de pequeño tenías miedo a ir al dentista, entenderás por qué los niños se ponen tan nerviosos cuando llega su momento. Por esto vale la pena poner en práctica estas maneras de calmar a los niños para que puedan afrontar de la mejor manera su visita a la clínica dental.
Para algunos niños, confiar en un extraño puede suponer todo un reto. También pueden tener miedos a ciertos procedimientos, como las inyecciones o las perforaciones, entre otros.
En ocasiones, pueden experimentar confusión sobre el contacto físico que debe de hacer el profesional para poder ejercer su labor.
La ansiedad infantil puede aumentar si, un familiar o conocido, completamente sin querer, habla abiertamente de sus tratamientos o de sus citas con el dentista. Puede resultar algo gráfico, y hacer que los más pequeños tengan miedo.
Esta combinación de factores, junto con otras inquietudes y preocupaciones, es la mezcla perfecta entre nerviosismo y ansiedad de un niño ante sus visitas a una clínica dental. La preparación para una relación de confianza con el dentista empieza pronto, y puede iniciarse enseñándoles estrategias tranquilizadoras para cuando estén nerviosos, de manera que puedan afrontar mucho mejor esta experiencia.
6 maneras de calmar a los niños antes de ir al dentista
1. Ayudarles a gestionar sus sentimientos y emociones
Es natural querer mantener el miedo a distancia. Es mejor evitar las acciones y situaciones que se perciben como una amenaza o potencialmente dolorosas, sobre todo en la mente de un niño.
Los niños no son capaces de lidiar con el miedo, la ansiedad o cualquier cosa que consideren perjudicial del mismo modo que los adultos. Por tanto, es mejor ayudarles a aceptar el miedo como una reacción normal en lugar de darles la impresión de que no es real o aceptable; permíteles expresar sus sentimientos sobre la cita y de la situación en general.
Afirma tu confianza en ellos, pero no intentes ablandar la experiencia que van a tener; intenta hacer preguntas sin alimentar la ansiedad. Por ejemplo: preguntar “¿Cómo te sientes para ir al dentista?” es mejor pregunta que “¿Estás nervioso por ir al dentista?”.
2. Aumenta sus expectativas con una preparación previa
Una breve explicación sobre cómo es la visita al médico o al dentista ayuda a enmarcar una experiencia satisfactoria para el niño y su familia. Es importante evitar crear escenarios poco realistas que reduzcan las expectativas a algo negativo.
Por ejemplo, prometer que una visita al dentista no es gran cosa o afirmar que no será dolorosa, son promesas que pueden romperse fácilmente, y con ello su confianza.
Asegúrate de recompensar su valentía después de la cita de una manera que resulte significativa para ellos.
3. Mantener la constancia con un dentista de confianza
Con el tiempo, un niño que acude al mismo profesional empezará a establecer cierta relación con esa persona y a confiar en ella. También es importante asegurarse de que tu propia confianza con el dentista sea visible para el niño.
4. Juega a “los médicos” en casa
Muchos niños juegan a ser médicos de vez en cuando. Este tipo de juegos de rol pueden ayudar a aliviar la tensión de las próximas citas con el dentista. Usa instrumentos de juguete para escuchar el corazón de tu hijo, mirar sus oídos, revisar sus dientes, etc. Anima a tu hijo a hacer una revisión a un muñeco o juguete.
Las rutinas lúdicas pueden normalizar lo que podría ser una experiencia que produce ansiedad.
5. Ayuda al dentista a buscar algo en común con el niño
Proporciona al dentista toda la información sobre tu hijo: lo que le gusta hacer y jugar, lo que le gusta ver la televisión, los deportes que practica, aficiones, comidas favoritas, etc.
Esta información permite aligerar el ambiente y establecer una relación amistosa entre el dentista y el niño durante su primera cita y, por tanto, las siguientes.
6. Cálmate y ten paciencia
Recuerda que la ansiedad y los nervios pueden ser contagiosos, pero lo contrario también es cierto: si tú estás tranquilo, calmado y sereno, es más probable que tu hijo también lo esté y copie tu comportamiento.
Establece un estado de ánimo positivo para la cita. No permitas que tu hijo reconozca el miedo o la ansiedad que tú puedes experimentar personalmente en relación a la visita. Ayuda a tu hijo a relajarse con técnicas de respiración y a tranquilizarle para que no piense en el miedo o la ansiedad.
Recuerda que algunas emociones son normales y que se necesitará un tiempo de aclimatación para que tu hijo confíe en el dentista.
Las estrategias para calmar a los niño se apoyan en el entorno igualmente tranquilizador que les ayude a superar la ansiedad y les garantice una experiencia positiva son cualquier sanitario.
Clínica Bousoño Vargas, tus expertos en Odontopediatría en Oviedo. Formamos parte de Clínicas W y aplicamos el método Slow con nuestros pacientes. Solicita información de todos nuestros tratamientos en el ☎ 984 283 555.